domingo, 25 de febrero de 2018

Reseña de "Predicador" de Garth Ennis y Steve Dillon

“Ganadora de los Premios Eisner 1998 al mejor guionista y 1999 a la mejor serie regular, Predicador se erigió en uno de los títulos señeros del sello Vertigo. De la mano de Garth Ennis y Steve Dillon, con esta reimpresión volveremos a disfrutar del inicio de una historia sobrenatural, épica y gamberra centrada en las andanzas de un reverendo muy particular.”
Predicador nace cuando la que era editora jefe de la línea Vertigo descubre los trabajos del guionista norirlandés Garth Ennis para la revista británica Crisis: Troubled SoulsFor a Few Troubles More o True Faith, los tres considerados gérmenes de Predicador por su claro mensaje anticristiano. Lo que más llamó la atención a esta editora y lo que más le gustó de estas obras fue el tono gamberro y provocativo, de forma que contrata a Ennis para la cabecera de Hellblazer en el momento en el que Jaime Delano  la dejó.

Ennis haría dúo con el dibujante inglés Steve Dillon durante la mayor parte de esta etapa, momento en el que ambos decidirían unir fuerzas para la creación de la serie que se ha convertido en el emblema de estos dos autores.
En un momento de pérdida de fe para el predicador Jesse Custer, una poderosa entidad llamada Génesis se refugia en el cuerpo del sacerdote. Ésta da a Custer el Don de la Palabra, mediante el cual puede ser obedecido. Sabiendo que esta entidad está fuera de control, Dios decide abandonar el Cielo para esconderse, así que Custer, conocedor del poder que posee, irá en su busca para pedirle cuentas por tal irresponsabilidad y matarlo.
Predicador está basada en el ensayo El Enigma Sagrado de Michael Baigent, obra que también inspiró a El código Da Vinci. El cómic toma la teoría planteada en 1982 por Baigent por el cual Jesucristo tuvo descendencia, y esta ha llegado a nuestros días mediante planes y conspiraciones de una corporación a nivel mundial. Aunque el cómic quiere dar otra vuelta de tuerca a esta cuestión, pues de forma bastante sutil (las iniciales del protagonista son J.C.) se nos plantea una pregunta, ¿es Jesse Custer una representación de Jesucristo? Al fin y al cabo, hablamos un ente poderoso con el don de que su palabra se cumpla que toma un cuerpo mortal. Aunque quizá no haya ninguna pretensión por parte del autor, limitándose simplemente a la provocación.
La serie está inspirada en películas como Asesinos natos, pero con un típico ambiente Western de los años 50 en el que los personajes recorren los Estados Unidos de una punta a la otra. Refleja a la perfección el mesianismo americano, heredado de los puritanos que fundaron el país y que ha caracterizado a su cultura y que en la actualidad continúa con el deseo de hacer del mundo América. Los europeos, reducidos básicamente a franceses y alemanes, son vistos como cerdos corruptos o nazis, respectivamente. En su recorrido por USA, a Custer lo acompañan su novia Tulip, una pistolera que trabajaba como asesina antes de comenzar la historia, el vampiro Cassidy y el mismísimo John Wayne.
Jesse Custer, el protagonista, es, dicho en una conversación entre dos de los villanos del cómic:
-“El típico héroe americano. Descarado, escandaloso, de actitud simplista ante cualquier situación… - “Y siempre gana”.
Y mejor no puede definirse. Jesse Custer es el “nuevo hombre”, que se siente teológicamente como en casa al observar al resto del mundo. Pero su doctrina tiene una ventaja sobre el Evangelio: en vez de a sí mismo, obliga hacer penitencia a los demás. El personaje tiene el aura especial: el del inquisidor, el del monje guerrero, que se cree moralmente superior a todos, pues el mundo se divide en “buenos” y “malos”, o lo que es lo mismo los que piensan como él y “el resto”. Ante el libre albedrío de la especie humana que otorga la libertad de elección de actos, Jesse Custer decide ajustar cuentas con Dios.
Pero esto es una actitud inmadura: se quiere la libertad, pero no la responsabilidad de los actos realizados mediante esa libertad. En su lugar, si el protagonista o su novia Tulip matan o ejercen cualquier otro tipo de violencia, los culpables no son ellos, si no una entidad superior y ajena a ellos que lo permite, por lo que toda culpa queda justificada y perdonada. Pero que el lector no piense, ni mucho menos, que se trata de una caricatura del tópico héroe americano mostrada deliberadamente por el autor. Jesse Custer es el cliché de héroe que Garth Ennis siempre ha imprimido a sus héroes. Cada vez que Custer o Tulip dan un monólogo de moral, lo hace el propio Ennis.
Los personajes principales de la serie

¿Y los villanos? Pues todos son unos malos malísimos. Garth Ennis no cree en los grises. Es un autor de blancos y negros. Por eso, todos los malos que aparecen a lo largo de la serie lo son hasta las últimas consecuencias.
Predicador ha sido considerado uno de los cómics más polémicos por su violencia, provocación, mal gusto e incluso ofensa intencionada reconocida por el propio Ennis; claro que una historia donde Jesucristo es el principal villano, se debería considerar lógica y objetivamente anticristiana. Aunque en este último aspecto la obra es bastante contradictoria, pues si como pretende el autor es contar una historia anticristiana, qué mejor hubiera sido narrarla al modo de los mitos anteriores al cristianismo, en los que lo importante eran las proezas de las que era capaz el personaje. La moral y la virtud no es que estuvieran en segundo plano, es que sencillamente no existían. Y sin embargo, Garth Ennis crea a un Jesse Custer que es todo virtud, moral y sentido del deber, dotes que, muy a pesar del guionista irlandés, caracterizan a los personajes a partir de las historias narradas desde la óptica cristiana. Y precisamente por ser así es por lo que Custer emprende su búsqueda.
Pero a pesar de su carácter antirreligioso, contiene y refleja en solución elementos de moral y de verdad religiosas. La obra, indirectamente, cumple lo que dijo J.R.R. Tolkien a su amigo C.S. Lewis; y es que el autor de El señor de los anillos ya advirtió que desde que el hombre comenzó a narrar historias, es común, a través de la historia de la humanidad, crear mitologías de manera que transmitan las creencias más elementales, incluso a pesar de hacerlo de un modo equivocado. Jesse Custer se pregunta por qué Dios permite el hambre, las guerras o el dolor en el mundo, lo que le hace buscar a su modo un tipo de justicia. Los relatos sobre su padre como soldado en la guerra de Vietnam están cargados de moral y sacrificio. De hecho, la pretensión de los autores fue crear una “loa a la amistad, a la camaradería y al estilo de vida americano”.
En cuanto al dibujo de Steve Dillon, aunque bueno y muy detallado, si he de poner una “pega” es que a veces la mayoría de las caras, son prácticamente idénticas. Además, es bastante rígido en cuanto a expresiones, algo que quizá se deba a la rapidez con que a veces tenía que presentar el trabajo.
Predicador está publicado en nuestro país por ECC Ediciones dentro de su línea Vertigo. Consta de 9 tomos encuadernados en cartoné que contienen los 66 números USA más los especiales.
Título: Predicador.
Editorial: ECC Comics.
Páginas: 9 tomos. 240 páginas por tomo aproximadamente. Color.

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