viernes, 29 de septiembre de 2017

Reseña de "Hellblazer" de Brian Azzarello

“John Constantine cumple condena en un presidio estadounidense. Tras las rejas del penal, el cínico ocultista convierte la vida de los demás reclusos en una pesadilla rasgando con su presencia la frágil envoltura que distingue a los hombres de las bestias. El resultado es un descenso a los infiernos que se prolonga más allá de los muros de la prisión. Y es que, una vez liberado, Constantine emprende un viaje por la geografía de Estados Unidos descubriendo la entraña más negra de sus habitantes. En su camino se cruzan asesinos, leyendas urbanas, pueblos fantasma y, sobre todo, la cara más oscura de un país inmenso y contradictorio.”
Decir a estas alturas que los cómics de Hellblazer están llenos de diálogos agudos e hirientes, personajes extremos, crueldad… no es decir nada nuevo. Entonces, ¿qué ofrece Brian Azzarello aparte de esto?

Para empezar, los 29 números USA de la serie en la que el guionista estadounidense (Joker, 100 balas) se encarga de guionizar Hellblazer no transcurren en Londres, localización a la que nos tienen acostumbrados generalmente. John Constantine viaja los Estados Unidos para resolver un caso que comienza en su juventud.
Aunque consta de números autoconclusos y miniseries, es una única saga en su etapa total. Cada uno de los números de los que consta este tomo, están relacionados narrando un thriller que llega a su conclusión en el último episodio de la serie Cenizas y polvo, de modo que los 29 números forman un arco argumental con principio y final, algo diferente al resto de la serie.
El tomo arranca con la miniserie Entre rejas. John Constantine es recluido por asesinato en una prisión estadounidense, en la que, a través de la magia, desatará un caos total entre presidiarios y guardias. A lo largo de la trama, descubriremos cómo sucede el crimen por el que el Constantine cumple condena. En estos números aparece el agente del FBI Turro, el cual continuará en alguno de los números siguientes. En esta saga, al dibujo, está Richard Corben (Bloodstar, La casa en el confín de la tierra), artista que en los 80 se especializó en el cómic fantástico y de terror, y cuyo estilo va como anillo al pelo para la ambientación sórdida de la miniserie.
Sigue con Buenas intenciones. Constantine viaja hasta un pueblo de la América profunda para encontrarse con los hermanos del que presuntamente ha asesinado. Una vez allí, descubrirá una trama ideada por el mayor de los hermanos para conseguir dinero y de la que, involuntariamente, el mago de Liverpool formará parte. Así que se tomará su venganza. En esta miniserie, como en casi toda la etapa de Brian Azzarello, el dibujo corre a cargo de Marelo Frusin (X-Men Unlimited), el cual sabe marcar el aspecto siniestro, canalla y sádico del protagonista.
En …Y enterrado, Constantine se encontrará con el agente Turro para aceptar un encargo que tendrá que ver con los motivos por los que se le acusa del asesinato. En esta historia de un solo número el dibujo es de Steve Dillon (Predicador), quien ya trabajó en Hellblazer con Garth Ennis.
Tras aceptar el encargo de Turro, Constantine aparecerá atrapado en un local de carretera debido a una tormenta de nieve, junto a otras personas. Pero no será sólo el temporal lo que los mantiene encerrados. Durante la estancia en el establecimiento, los ocupantes escucharán la historia del hombre de hielo, una leyenda urbana que aterroriza a los habitantes de la zona. El infierno helado es una interesante historia a modo de thriller de varios números que recuerda bastante a películas como Identidad.
Richard Corben es el dibujante que abre la etapa de Azzarello.
A continuación, Ingleses y perros falderos es un retroceso a 1978, cuando el protagonista de la serie era el vocalista de “Membrana Mucosa” y comenzaba en los círculos ocultistas. Es la única historia de toda la saga que tiene lugar en Londres, y en ella se nos cuenta el origen de los sucesos que tienen lugar en ella. En esta miniserie de dos números es Guy Davis (Sandman Mystery Theatre) el encargado del dibujo.
En Highwater, Constantine viajará a la población de igual nombre para llevar a cabo el encargo del agente Turro. Visitará a la viuda del asesinado para aclarar las cosas, pero descubrirá algo demoledor, en una historia sobre odios raciales y religiosos, y cómo también el victimismo los alimenta, creando un círculo vicioso.
Una capa de pintura roja y Cazando demonios , dibujadas por Giuseppe Camuncoli (52) son las dos historias siguientes, autoconclusas, pero que nos irán desvelando el auténtico cerebro detrás de toda la trama, para concluir la saga con la miniserie Cenizas y polvo, una historia de investigación al estilo de series como CSI.
Azzarello muestra el lado más cruel de Constantine. Como si, de la frase de Nietzsche se tratara, de tanto tratar con demonios, el personaje se ha convertido en otro más. De tanto tratar con lo oscuro, con el mal, John Constantine se ha convertido al mal. El abismo le ha seducido y se ha arrojado a él. Es por ello por lo que sólo ve la parte oscura de la humanidad, porque él se ha trasformado en oscuridad.
En esta etapa es cuando se caracteriza al personaje con una faceta homosexual que durará hasta la actualidad, incluyendo el reboot The New 52. Si bien en todos los números anteriores se le mostraba teniendo relaciones con mujeres, es en la miniserie Cenizas y polvo donde se nos muestra que en el pasado ya tuvo relaciones sexuales con otro chico, característica del personaje con bastante importancia en esta saga que escribe el autor americano.
Otro detalle que caracteriza al guionista es la importancia que da a los personajes secundarios. Para los que ya hayan leído las etapas de guionistas anteriores, esto no les resultará una novedad, pero con Azzarello estos llegan a cobrar más importancia que el mago ocultista, pues en más de una ocasión son los que dan movimiento al desarrollo de la historia, quedando el personaje de Constantine al margen en ciertos momentos.
No obstante, esta etapa es tanto aclamada como desaprobada por los lectores a partes iguales. Uno de los motivos que aluden los detractores es que al personaje se le ha sacado de su contexto habitual de una forma sin mucho sentido para tener la excusa de colocarlo en territorio USA. Sin embargo, opino que es un nuevo trasfondo que ofrece cierta novedad que no viene mal. Y lo de “sin mucho sentido”, mejor que cada uno lea estos números y juzgue por sí mismo.
Aparte de esta saga de 29 números, Azzarello guionizó un par de números más para la cabecera: un cuento navideño de humor narrado en verso llamada Una Navidad cabrona (es curiosa la fobia que la mayoría de los guionistas de esta serie sienten por estas fiesta) y La primera vez, un número especial en el que un pequeño John Constantine tiene su primer encuentro con el demonio Nergal. Ambas historias se recogen también en este tomo recopilatorio.
Hellblazer de Brian Azzarello está recopilado en el número X de la serie Hellblazer que ECC recopila en el sello Vértigo, encuadernado en cartoné, y que recoge los números Hellblazer #146 a #174 USA, el Hellblazer #250 USA y Secret Files: Hellblazer USA.
Título: Hellblazer.
Editorial: ECC Comics.
Páginas: 696 páginas. Color.

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